viernes, 10 de febrero de 2023

Viajamos a Granada, Ámsterdam y Roma (3A)

 A continuación va a leer tres textos en los que unas personas cuentan su primera experiencia en el extranjero. Después, relacione las preguntas, con los textos (a / b / c).

a) Silvia

Mi primer viaje al extranjero fue con mi novio hace diez años. Mis padres no estaban muy convencidos de este viaje porque éramos muy jóvenes. Ahora tenemos veintisiete y ya hemos visitado cinco países. Granada siempre será un lugar muy especial porque nos sentíamos totalmente independientes por primera vez. No pudimos visitar la Alhambra porque no quedaban plazas libres, así que es un viaje pendiente para nosotros. Me gustó mucho el paseo que dimos por el casco antiguo y las vistas desde el mirador de San Nicolás. Recuerdo que me quedé impresionada con las tapas que ponían en todos los bares. ¡Qué buenas!

b) Alberto

Fuimos a Ámsterdam en el viaje de fin de curso. ¡Nos divertimos muchísimo! Nos quedaban solamente unas semanas para terminar bachillerato así que ese viaje fue muy especial porque en septiembre muchos de nosotros íbamos a estudiar fuera. Estaba emocionado, creo que veía todo con otros ojos. Nos alojábamos en un albergue a las afueras de la ciudad, entonces para llegar al centro teníamos que coger el tren de cercanías. Los profesores nos llevaron al museo Van Gogh porque habíamos estudiado sus obras en Historia del Arte. Un día alquilamos unas bicis y dimos un paseo por toda la ciudad como verdaderos holandeses. Lo que más me gustó fueron los canales y los Coffee Shop.

c) Patricia

Cuando visité por primera vez Roma era pequeña, tenía unos ocho o nueve años. Fue durante las vacaciones de verano con mi familia. Además era la primera vez que montaba en un crucero, por eso tengo muy buenos recuerdos de aquellos días. A mis padres les gustaba mucho viajar, siempre que podían nos llevaban a mi hermano y a mí a conocer diferentes pueblos, ciudades y países. ¡Teníamos mucha suerte! Solo estuvimos unas horas en Roma, pero recuerdo que anduvimos mucho. A medio día, fuimos a un restaurante en el que las camareras eran unas monjas africanas. Me sorprendieron especialmente los Foros Romanos y la Basílica de San Pedro, aunque lo que más me gustó fue, sin duda, la comida.