lunes, 14 de marzo de 2022

De meca del turismo a gran hub digital del Mediterráneo (3A)

Junto con el turrón, una de las primeras asociaciones mentales que suelen hacerse al oír el nombre de Alicante es con el turismo. El motivo es bastante razonable, pues aproximadamente el 30% de su Producto Interior Bruto (PIB) depende directamente de este sector, como ocurre con algunas de las ciudades más turísticas de España. Solo hay que pensar que Benidorm, por ejemplo, es la tercera ciudad en número de reservas hoteleras de la Península Ibérica, por detrás de Madrid y Barcelona.

Un ir y venir de viajeros y estudiantes

El aeropuerto alicantino es el quinto de España y por él transitaron más de 15 millones de pasajeros en 2019. Para una zona con una población de 1,8 millones de habitantes, la cantidad de personas que llegó a Alicante es realmente espectacular. Además, la provincia cuenta con dos universidades públicas, la Universitat d’Alacant, con sede en la ciudad de Alicante, y la Universitat Miguel Hernández, en Elche; ambas tienen en su oferta formativa el Grado de Turismo y estudios relacionados con la economía orientada al sector servicios.

El clima, un aliado imprescindible

Sin olvidar el principal valor inmaterial del territorio, el clima, el modelo productivo de Alicante y su provincia gira sobre todo en torno al sector terciario. Una realidad consolidada que, sin embargo, se ha demostrado especialmente vulnerable en tiempos como los actuales. La paralización del turismo durante casi un año ha comportado no pocas dificultades a pequeños y grandes empresarios, que han tenido que pensar en alternativas para seguir ganándose la vida.

 

Transformación económica

La realidad es que desde hace varios años existe una tendencia impulsada desde los sectores públicos y privados para convertir Alicante en un centro de innovación digital, una apuesta que Málaga ya hizo hace dos décadas y que el tiempo ha acabado por premiar.
“Hay una estructura colaborativa muy interesante en el Mediterráneo, y Alicante tiene una economía muy abierta. Es una tierra con una economía muy exportadora y que busca abrirse a otros mercados. Con la tecnología pasa lo mismo, por lo que es un espacio muy propicio para que fluya el talento y se asiente”, apunta Andrés Pedreño, catedrático de Economía Aplicada y uno de los principales defensores de este cambio de modelo productivo.

 

La importancia del entorno

El proyecto tecnológico “Torre Juana” es un buen ejemplo de cómo las empresas ligadas a la inteligencia artificial pueden ser un buen aliado del territorio, atraer talentos hacia la provincia y recuperar la economía de la región instalándose en la antigua huerta de Alicante.
El entorno y las formas de relacionarse con él son algunas de las claves para entender por qué Alicante puede convertirse en uno de los mayores hubs digitales del Mediterráneo. Según los expertos, cada vez hay más proyectos a nivel mundial que tienen que ver con el medio ambiente y el cuidado patrimonial. La clara tendencia actual de concentrar el talento tecnológico en “ciudades medias”, como Boston o San Francisco en Estados Unidos, o Bristol o Helsinki en Europa, podría ser un punto a favor para Alicante y su provincia. Sin olvidar que, en una reciente encuesta realizada a más de 15.000 personas de 173 nacionalidades, Valencia, Alicante y Lisboa (por este orden) fueron las elegidas como ciudades preferidas para vivir.

[Texto adaptado de www.lavanguardia.com]