Siempre es buen momento para visitar Mérida, ciudad situada en Extremadura, al suroeste de España, pero si tu viaje lo haces coincidir con su festival de teatro estival, la experiencia puede convertirse en algo difícil de olvidar. Mérida tiene esa magia clásica que te transporta en el tiempo, sus calles cuentan con algunos de los mejores legados del Imperio Romano que aún perduran en nuestro país y la capital extremeña sabe cómo mantener muy viva una historia que comenzó unos dos mil años atrás.
Mérida puede presumir de albergar el festival de teatro clásico más antiguo de los que se celebran en España. Comenzó en 1933, cuando las ruinas del propio teatro permanecían parcialmente excavadas y aún quedaban casi treinta años para que llegara la reconstrucción de 1962 que disfrutamos actualmente, la que puso en su lugar todo el frente escénico que se encontraba destruido y enterrado. Tras la edición de 1934 y debido a la situación política que había en España, el festival quedó suspendido hasta que se reanudó en 1953. Desde entonces y hasta hoy las representaciones se han sucedido hasta nuestros días de manera ininterrumpida.
El teatro es el bien más preciado de todos los edificios romanos que encontrarás en Mérida y el escenario ideal para este festival, debido a que supone una vuelta a los orígenes de esta ciudad, una de las más antiguas de la Península Ibérica. Fue inaugurado en el siglo I a.C. y promovido por el cónsul Marco Vipsanio Agripa. Sus gradas podían llegar a albergar a seis mil personas, algo que no viene mal olvidar cuando hoy en día ya nos impresionan sus tres mil localidades… Como no podía ser de otro modo, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Este año el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida tiene nueve funciones en su cartel y las representaciones animarán el verano del 29 de junio al 26 de agosto. Cada una de las obras se representará durante cinco días, todas salvo Electra, la encargada de abrir esta 64ª edición, que solo se representará en tres ocasiones.
Pero hay vida más allá del teatro. La cultura clásica y las actividades relacionadas lo envuelven todo durante los veranos de Mérida para acercarse a locales y visitantes. Entre conferencias, charlas, encuentros, exposiciones, pasacalles y cuentaclásicos, Mérida se vuelca por completo con su pasado. Además, para los más inquietos, se organizan talleres de teatro grecolatino en numerosas localidades extremeñas.
¿Quieres un consejo? Hazte con tus entradas cuanto antes, sobre todo si únicamente puedes asistir un sábado, ya que es el día con más afluencia. Todos los años se termina colgando el cartel de “localidades agotadas” y entonces ya será demasiado tarde.